• El anuncio de la jefa de gobierno respecto a la creación del programa denominado “Mercado, Comunidad, Alimentación y Abasto” (Mercomuna), surge justo en el momento en el que se hace público que, después de una acelerada carrera por dilapidad la preferencia electoral, el partido MORENA baja a tan sólo 18 puntos en este rubro.

Cabe destacar que esta preferencia electoral, no fue ganada por los servidores públicos de esta administración y mucho menos por las decenas de cargos de elección popular, mismos que se aprovecharon de la propia coyuntura generada por la desesperanza de una ciudadanía polarizada que se mostraba harta de la clase política, votando en la mayoría de las veces a manera de castigo en contra del sistema que gobernaba y no necesariamente a favor de los candidatos que Morena postuló.

Hoy, esa ciudadanía se ha dado cuenta que el partido al que le otorgaron la mayoría por medio de su voto, no ha estado a la altura de la problemática que vivimos ni tampoco ha sabido responder a sus expectativas.

Como muestra de esta situación, es el menosprecio ante la crisis sanitaria que estamos viviendo, la cuál trae consigo terribles consecuencias para la economía familiar de millones de mexicanos. La forma en que fue anunciada la presentación de la estrategia Mercomuna a la opinión pública, deja un mal sabor de boca, dado que se apreció la exclusión de las 3 Alcaldías de oposición de la CDMX (Benito Juárez, Cuajimalpa y Venustiano Carranza), mismas que a decir de la Jefa de Gobierno se encontraban evaluando la propuesta.

Este programa trata del uso del padrón de beneficiarios de Liconsa a quienes se les entregarán vales por 350 pesos durante tres quincenas. Asimismo los llamados “micronegocios” podrán participar de este programa, ya que se les considerará para que los beneficiarios puedan canjear estos vales.

Es de llamar la atención que por el monto tampoco no se resuelve de manera sustancial el problema, pero por lo menos es un intento con mayor amplitud que el programa de microcréditos que desde su inicio fue el reflejo de la falta de dimensión del problema en materia económica desde la capital del país.

Así las cosas, nos enfrentamos al talón de Aquiles del gobierno, me refiero a la implementación y operación de las propuestas y programas ya que es por todos sabido, que no es su fuerte.

Los vales serán entregados por las alcaldías de manera quincenal a través de las lecherías de Liconsa. En este primer punto no debemos olvidar que la paraestatal lleva años tratando de reducir el padrón de beneficiarios en la zona metropolitana por lo que la integración de este padrón no garantiza que sea por los más vulnerables.

Por otra parte serán válidos en negocios como: mercados, panaderías, tiendas de abarrotes, entre otros comercios y solo podrán ser canjeados en establecimientos ubicados en la alcaldía donde fueron otorgados.

Un problema será la necesidad de implementar la medida con la rapidez que requiere la emergencia, por lo que en próximos días veremos la capacidad de respuesta de los Alcaldes, así como el ajuste presupuestal necesario para compensar la reasignación de recursos sin dejar de atender otro tipo de acciones prioritarias.

La propuesta de robustecer este tipo de programas con acciones como la suspensión de pagos del impuesto sobre nómina, luz, agua, etcétera, no dejará de estar sobre la mesa, por tratarse de propuestas que tiene una mayor cobertura e impacto directo al gasto corriente de las empresas a quienes se les ha exigido, incluso bajo amenaza, el mantener su plantilla laboral, asimismo se ha reiterado el exhorto a la jefa de gobierno para que le de a los emprendedores y micro empresarios, un respiro con la suspensión de pagos de los créditos de FONDESO hasta el término de la emergencia, no olvidemos que los emprendedores hace meses apostaron su suerte al gobierno de la ciudad y ahora necesitan del apoyo de sus gobernantes.