A finales del año pasado, el gobierno de la Ciudad anunció el destino de 100 millones de pesos para la rehabilitación de la Avenida Ceylán en el tramo comprendido de la calle Maravillas a la Av. Cuitláhuac, con una longitud de 5.1 kilómetros.
Este recurso está enfocado primordialmente al cambio de concreto de la vialidad y representan más que una inversión, cada peso y centavo se traduce en el respaldo del gobierno de la Ciudad para la actual administración de la alcaldía Azcapotzalco, sin embargo esta obra que nos ayudará a tener un entorno sin duda mucho más agradable, contrasta con las verdaderas necesidades de la población como lo es el abasto de agua en colonias donde las familias han demandado en miles de formas contar de manera regular con acceso al vital líquido.
Hemos escuchado discursos justificando la escasez de agua, haciendo responsables a los vecinos del poniente de la ciudad quienes, en un uso abusivo del líquido lo destinan para el riego de sus jardines. Discurso muy adecuado a la política de la 4T pero lejano a la realidad, pretendiendo reducir la problemática a un argumento frívolo que niega la realidad de falta de mantenimiento en la red de distribución, fugas de agua, falta de presión y desarrollo urbano sin planeación en esta ciudad capital.
En este deslinde reduccionista, se olvida que en el poniente de la CDMX también se encuentran colonias como Cuitlahuac, Popotla, Nextitla, Sotelo, San Álvaro, San Pedro Xalpa, Ceylan, Santiago Ahuizotla, San Antonio, entre muchas otras y tendríamos por ejemplo, que asumir que la colonia Argentina antigua o Tacuba -que también se encuentra en esta zona- tendría cientos de casas con jardines, situación por demás falsa.
Asimismo, este argumento les alcanza para dar una respuesta respecto a la carencia del agua a los habitantes de la Unidad Loma Hermosa, que también se encuentran en el poniente de la ciudad y que tanto han satanizado los legisladores y servidores públicos del gobierno de la ciudad, haciéndolos responsables de la escasez de agua en un discurso que con el tiempo se volverá peligroso, pero que se mese en la misma línea en la que ha caminado este gobierno: la polarización para responsabilizar a otros de lo que esta administración no ha sido capaz de resolver.
Cabe destacar que esta situación permea a las demás colonias colindantes de Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, sin que ninguna autoridad haga nada al respecto.
Ante la llegada de la fase 2 en el manejo de la pandemia propiciada por el coronavirus covid19, la escasez de agua no solo es un reflejo de la falta de sensibilidad o visión en las prioridades de este gobierno, sino también una falta de sentido de urgencia ante la preocupación de las miles de familias que tiene que asumir el pago de garrafones de agua o la compra de pipas para garantizar la higiene mínima que se traduzca en la seguridad para su familia, claro esta, si los vecinos tienen la posibilidad de asumir el costo económico que ello implica mismo que va desde los 1500 hasta los 5,000 pesos por pipa.
Para este año se asignó al Sistema de Aguas de la Ciudad de México un presupuesto superior a los 15 mil millones de pesos y hasta el momento no se cuentan con resultados contundentes para la reparación de fugas y modernización tanto de las redes de distribución como de la infraestructura en general, tampoco se ha apostado por las plantas potabilizadoras de agua, es decir, todo el argumento de la autoridad en esta materia se basa en responsabilizar a los habitantes de esta zona de la carencia de agua que ellos mismos sufren.
Hoy, la ciudadanía esta haciendo lo que le corresponde, por tanto hago un exhorto a las autoridades para que resuelvan en lo inmediato este problema y que pongan a disposición de los vecinos de estas colonias el acceso al agua, a través de todos los medios a su alcance.