• Me sorprende la forma tan cómoda en la que descartan que puedan ser hechos provocados por grupos criminales extorsionando a los locatarios.

Los 329 mercados públicos que hay en la Ciudad de México, salvo honrosas excepciones, podemos decir que viven en un pleno y no menos preocupante abandono.

En menos de dos meses se han incendiado cinco mercados populares de la capital del país: San Cosme, Abelardo L. Rodríguez, La Merced, Morelos y Xochimilco, uno detrás de otro, apenas con días de diferencia.

Pero, a pesar de esto, en el gobierno de la Ciudad duermen tranquilos.

Tras los incidentes para ellos no hay nada de qué preocuparse y mucho menos ocuparse, ya dejan ver que todo ha sido por un “deterioro natural” de las instalaciones. “Son cortocircuitos”, han asegurado; “las extorsiones no han sido la causa”. Las han descartado más, aparentemente, tratando de enterrar una sospecha que de aclarar una posibilidad.

Hay dos hechos que me alertan de sobremanera en la forma en la que las autoridades están tomando estos incendios, incendios que han cobrado víctimas mortales y han dejado heridos, acabando también con el patrimonio y fuente de ingreso de sus locatarios.

En primer lugar, somos testigos de una abrumante negligencia por parte del gobierno.

No hay prevención ni interés en implementar, de manera inmediata, un plan de modernización de las viejas instalaciones eléctricas y de gas, las cuales serían los presuntos culpables de los accidentes.

Pero, por otra parte, también hay una nula credibilidad detrás de las declaraciones sobre los peritajes que se han llevado a cabo tras los lamentables hechos.

Me sorprende la forma tan cómoda en la que descartan que puedan ser hechos provocados por grupos criminales extorsionando a los locatarios.

Ninguna línea de investigación debería ser desechada con tal facilidad.

Cualquiera que sea el caso, la pobre contundencia de las autoridades en aclarar los hechos y en llevar la ayuda sólo deja ver que los mercados públicos sufren un grave abandono del gobierno central, lo que ha llevado a los alcaldes en Cuauhtémoc y en Venustiano Carranza a tomar sus propias medidas para reforzar la seguridad.

Algo deben de temer.

De ninguna manera se trata de sembrar pánico ni temor, pero, a la luz de los hechos y la evidencia, merecería tomar medidas más enérgicas y claras. Son muchas las vidas y los patrimonios en juego.

Por si fuera poco, recientemente la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil anunció que tiene identificados 28 mercados públicos que se encuentran en riesgo y otros 22 más en riesgo medio en las distintas alcaldías de la Ciudad.

Son casi 300 mil los empleos que se generan de manera directa e indirecta gracias a los mercados públicos, hoy siguen vigentes como centro económico de varias colonias y barrios de la Ciudad, su relevancia es indiscutible y su seguridad debería ser prioridad.