GPPAN CDMX A 29 DE MARZO DE 2020

Ciudadanía frente a la pandemia
Excélsior
Dip. Federico Döring Casar

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  • Como sociedad, estamos dando una cátedra de prevención y organización, ausente en el gobierno; la iniciativa privada se adelantó semanas y comenzó a implementar estrategias de distanciamiento social.

Ante la pandemia, los ciudadanos organizados.

México se encuentra en el umbral de la pandemia moderna. Estamos a unos cuantos días de entrar en la Fase III ocasionada por el COVID-19, en donde los contagios se contarán por miles, así como los decesos, pero también el número de personas que se recuperan de la enfermedad.

En medio de mares de información, mucha de ella falsa y que sólo busca aprovechar el pánico de los ciudadanos, hay actos que celebrar y reconocer. Como sociedad, estamos dando una cátedra de prevención y organización, ausente en el gobierno; la iniciativa privada se adelantó semanas y comenzó a implementar estrategias de distanciamiento social, antes, incluso, de que el gobierno pudiera poner en orden sus ideas.

Al frente del gobierno federal vemos un Presidente que en contra de toda recomendación médica y de sus más allegados, sale a exponerse y a exponer a la sociedad; se protege con escudos místicos y la típica demagogia que le caracteriza.

Mientras el sector privado lanza iniciativas para mitigar el impacto económico, como diferir pagos de créditos bancarios, enviar a trabajadores a laborar desde sus hogares o descuentos en productos básicos, en contraste el gobierno exige a los ciudadanos pagar a tiempo y sin prórroga sus impuestos, pero falla en presentar un plan de incentivos que reactiven la economía en medio de la desaceleración en la que estamos entrando.

Pero los ciudadanos demuestran que la capacidad de organizarse y darse apoyo mutuamente está por arriba de las habilidades del gobierno, armando alianzas entre vecinos, entre comerciantes que se apoyan mutuamente. Mostrando que, cuando se trata de salir adelante, van tres pasos más avanzados que el gobierno.

Pertrechados y enclaustrados, así es como los capitalinos y en general todos los mexicanos, estamos demostrado que sí sabemos ponernos de acuerdo. Jamás pensé ver calles semivacías en un sábado al mediodía. Con negocios cerrados y aquellos que se atrevieron a abrir sus puertas, orillados por la necesidad de subsistir, se encuentran con comensales que nunca llegan.

En el gobierno de la Ciudad de México tampoco hay mucho que destacar. Si bien la jefa de Gobierno ha sido más sensata y cautelosa que el Presidente, tampoco han destacado las medidas de apoyo a la economía, de prevención o de simple capacidad del sistema de salud local. Pareciera que están esperando a que la pandemia nos tome por completo, para entonces sí buscar acciones por hacer.

La ciudadanía vive su momento más crítico y pese a ello ha demostrado estar por arriba del reto, ¿será posible que el gobierno alguna vez esté a esta altura? Por el bien de todos, espero que sí.

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