• Ninguna entidad está por encima de las cifras que representa la Ciudad de México. 

Los delincuentes en la Ciudad vuelven a tener el camino libre para asaltar y robar en negocios de comida, cafés de barrio y en restaurantes, ya que MORENA cerró hoy la posibilidad de brindarles esquemas de seguridad y vigilancia frente al temor de ser extorsionados o acosados. 

Se trata de atender reclamos del sector restaurantero y de los propios comensales que se sienten expuestos a la delincuencia diaria tras la apertura gradual de negocios al aire libre.

El diputado Christian Von Roehrich pidió vigilancia e investigación policial para identificar y reducir los delitos como son robo y asaltos. “Aún y con pandemia, asaltan a comensales y eso perjudica la lenta recuperación económica de los restauranteros, sumándole que no hubo apoyo del gobierno de Claudia Sheinbaum”.

Al subir un Punto de Acuerdo, rechazado por MORENA, mencionó que, en septiembre, se suscitó un incidente dentro de un establecimiento ubicado en Chapultepec, donde un escolta repelió un asalto, dejando al descubierto el grado de vulnerabilidad entre comensales y dueños de restaurantes por falta de acciones del gobierno local.

Von Roehrich relató que no mirar a los restauranteros como fuente de empleos y generación de economía, los pone en peligro aunado al aumento de los robos en estas últimas semanas, ya que no les dan seguridad ni insumos para salir adelante.  

Mencionó que, en Jalisco, hay un reclamo sobre los atracos a comensales en Guadalajara por lo que miembros de la CANIRAC llamaron endurecer las penas para quien lleve a cabo este tipo de delitos que lastiman seriamente a la industria restaurantera. 

Al exponer su proposición con Punto de Acuerdo, dijo que las cifras “alegres” del Gobierno de la CDMX, en donde se advierte que los delitos han bajado, contrastan con la realidad que viven los dueños de restaurantes y cafés de barrio.

“Ven en la delincuencia el último empujón para sepultar sus negocios. Recordemos que el Observatorio Nacional Ciudadano dice que 9 de 10 negocios son víctimas de la delincuencia en el país”.

Las pérdidas económicas son inmensas, porque después de meses cerrados y de combatir la necedad oficial de castigar a las empresas y premiar al comercio informal, ya con la reapertura se deben, ahora, de enfrentar a la actividad diaria de los delincuentes.

“Esta nueva realidad no fue atendida con calma y racionalidad por parte de las autoridades: la inseguridad y la delincuencia persisten”, concluyó.