Gobierno persigue a trabajadores no asalariados

GPPAN CDMX A 07 DE NOVIEMBRE DE 2019.

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  • Se cuadran delitos para generar recaudación.
  • Sí a los derechos humanos de toda persona y en especial, de quienes ejercen el trabajo no asalariado.

El diputado Jorge Triana Tena advirtió que la autoridad local ha criminalizado y se ha dedicado a perseguir a trabajadores no asalariados, fabricándoles delitos para generar recaudación.  

“Cobrando multas excesivas que debiera ser proporcional a sus ingresos, pero al ser personas no asalariadas son imposibles de comprobar, esto es un acto de corrupción gubernamental muy grave”.

Al subir un Punto de Acuerdo, mismo que fue aprobado por el Congreso CDMX, Triana calificó como inadmisible que el Gobierno tenga en los ‘vagoneros’ del Metro una especie de “caja chica”.

“El problema es creciente, hoy en día son remitidos por llevar a cabo esta actividad a los juzgados cívico, pero no hay una falta administrativa concreta que estén cometiendo, se configura la venta en vía pública, pero no es vía pública el vagón del Metro”.  

Triana agregó que existe un estigma alrededor de ellos que violenta sus derechos humanos sin respetar la libertad de estas personas, quienes tampoco interfieren en la libertad de otros seres humanos.

“No puede ser perseguida ni criminalizada la actividad de los vagoneros del METRO, no tienen por qué ser violentados sus derechos humanos, lo que pedimos es diálogo, una mesa de trabajo para que se intercambien puntos de vista y llegar a un acuerdo”.

El Punto de Acuerdo, aprobado por el Pleno, el panista pide a la Secretaría de Gobierno, de Seguridad Ciudadana y a la titular del METRO, instalar mesas de diálogo para solucionar este problema y dar precisión sobre esta polémica. 

El documento señala que algunas personas han denunciado ante la Comisión de Derechos Humanos local, la “fabricación de delitos” por parte de policías locales, tales como “resistencia a particulares”, “asociación delictiva”, “portación de drogas”. 

Jorge Triana indicó que resulta preocupante la política de ‘cero tolerancia’ y el incremento de detenciones arbitrarias por parte de los cuerpos de seguridad, ya que las personas argumentan no ser por fragancia de la venta en el Metro, como marca el procedimiento de detención, sino por voluntad de la policía.

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