GPPAN CDMX A 17 DE ENERO DE 2021

Mantenimiento de cuarta
Excélsior
Dip. Federico Döring Casar

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  • El Metro sigue siendo utilizado por miles de ciudadanos que dependen del gobierno para su movilidad al trabajo.

El Sistema de Transporte Colectivo Metro se está desmoronando y la vida de los usuarios está en juego. La combinación de falta de inversión y el desinterés de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, están dirigiendo al Metro hacia un túnel del cual no tendrá salida.

Después del incendio del pasado 9 de enero en el puesto número 1 de la Central de Controles de trenes del Metro, en donde se perdió una vida y quedaron atrapados al menos 30 trabajadores, sólo dejó en evidencia el lamentable estado en el que se encontraban las instalaciones que acumulaban 50 años de antigüedad.

La jefa de Gobierno ordenó que se realicen tres peritajes por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, una empresa privada y una aseguradora, para identificar quiénes son responsables de la tragedia. Mucho trámite, cuando lo único que necesita es un espejo.

Ella es tan responsable y cómplice del incendio como lo es Florencia Serranía, directora del Metro, por su negligencia combinada y el abandono en el que tienen el mayor sistema de transporte de la zona metropolitana.

Ambas dejaron que pasaran 10 meses sin que se nombrara un subdirector general de mantenimiento y, en su soberbia, Serranía se autodesignó ese puesto para tener los dos roles, pues ella asumió que sería más que capaz de hacerlo; Sheinbaum no dijo nada y la dejó continuar esta farsa que costó una vida y millones de pesos en daño patrimonial.

Serranía tiene que separarse del cargo de manera urgente, pues la Iglesia no puede estar en manos de Lutero. Se va a convertir en juez y parte sin dar información y, mientras, el Metro, con o sin incendio, está hecho un caos.

La regenta falló a la supervisión del mantenimiento adecuado del Metro, lo dejó en manos de personas incapaces e irresponsables, es más, defiende a Serranía de las acusaciones que hay en su contra, pues asegura que se trata de acciones con fines políticos y electorales. ¡El colmo de la soberbia!

La autodenominada Cuarta Transformación sólo ha dejado un mantenimiento de cuarta en el Metro y eso es únicamente la punta del iceberg. Esta semana volvimos a ver un corto en un convoy de la Línea A, otro incendio en un ducto del Metro en la alcaldía Venustiano Carranza, cierre de la estación Cerro de la Estrella en la Línea 8 por humo en el andén, la terminal Pantitlán al borde del colapso y el control de los trenes hoy se hace con pluma, papel y radio. Una mezcla tan explosiva como peligrosa.

Desafortunadamente, la vida no da tregua y debe continuar, por lo cual el Metro sigue siendo utilizado por miles de ciudadanos que dependen del gobierno para su movilidad al trabajo. Pero lo anterior ni a Sheinbaum ni a Serranía les tiene con mucho cuidado, sin embargo, les reafirmo que ambas son tan responsables y culpables como aquellos chivos expiatorios que resulten de las investigaciones que ambas ordenaron hacer.

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