• La sociedad mexicana esta cansada de las y los servidores públicos que engañan y no atienden sus necesidades, nada molesta más a esa ciudadanía que se les ignore y que traten de evadir su responsabilidad. Esto es lo que precisamente está pasando con el cambio de usos de suelo en la colonia Granada.

El pasado 31 de enero las y los diputados de Morena, a través de la Comisión de Desarrollo Urbano del Congreso de la CDMX, aprobó el cambio de uso de suelo en predios de esta colonia para su uso como hoteles.

Ese mismo día, la Jefa de Gobierno en conferencia de prensa respondía “No sé que vecinos sean porque hubo un trabajo muy importante de la Secretaría de Desarrollo urbano y vivienda, la Secretaría de Medio Ambiente y de la propia alcaldía para consultar a los vecinos” ante pregunta expresa sobre el malestar de vecinas y vecinos por el impacto negativo de estos cambios de uso de suelo.

La realidad es tan turbia y perversa que, de manera dolosa el alcalde de Miguel Hidalgo evadiendo su responsabilidad, no firmó la opinión sobre los cambios de suelo, pese a estar obligado por la ley.

Lo mismo pasa con el Coordinador General de SACMEX quien remitió una opinión en sentido positivo, sin incluir un análisis comparativo o una proyección que contraste el consumo actual y el incremento que se dará con el cambio del uso de suelo, del que alertan vecinas y vecinos inconformes.

En el mismo supuesto se encuentra la opinión vertida por la Secretaría de Movilidad, pues intenta defender que estos cambios de uso de suelo impactarán de manera positiva en la zona al fomentar el uso de la bicicleta, sin embargo, no aporta datos o estudios que abonen o comprueben dicha conclusión.

La realidad es que desde el gobierno central y desde la alcaldía, no sólo intentan atropellar los derechos de vecinas y vecinos que no fueron consultados y que por eso han salido a manifestarse y a solicitarle a la Jefa de Gobierno que vete dichos cambios, también ignoran el descontento social y pretenden minimizar el esfuerzo que durante años han emprendido quienes viven en la zona frente a la corrupción inmobiliaria.

No debe permitir ni convalidar la explotación urbana que ha sufrido la zona de las Granadas en los últimos años, pues la deuda histórica con esas colonias es mucho más grande, y no podemos dar un paso adelante sin resolver todos los pendientes, como es, por ejemplo, la ejecución de las medidas de integración urbana.

Así las cosas en este gobierno que no ve y no oye la voluntad ciudadana.